El mersu, la historia de un “pastel”
Su nombre es muy descriptivo pues su significado en lengua acadia sería “mezcla” o “pastís”. Se trata de una de las recetas más antiguas que se conocen y aparece recogida en escritura cuneiforme en una tableta de arcilla cocida de hacia el 1.600 ANE.
Entre los archivos de la Universidad de Yale hace ya algunas décadas se “exhumaron” tres tablillas cuneiformes que se había derogado su traducción y que resultaron ser cuarenta recetas de cocina.
Si queremos recrear este plato típico de la cocina acadia, encontraremos la dificultad que, por alguna extraña razón de la que desconocemos su origen, los “chef” de la Antigüedad no consideraban relevante indicar las cantidades de los ingredientes, así que deberemos aplicar el sentido común y la experiencia de cada uno. Además, no es muy común ver directrices exactas en el corpus de recetas procedentes de Mesopotamia por lo que no temas tomarte la libertad de improvisar.
Receta para la elaboración de mersu
Ingredientes:
- Harina de trigo.
- Agua, leche o cerveza y un poco de aceite, o si acaso mantequilla, para humedecer la mezcla (son distintas variantes de la misma receta). En caso de no elegir la cerveza, se debería añadir algo de levadura puesto que nuestra harina es diferente de la que se usaba en esa época.
- Piñones, comino, cilantro y ajo.
- Ajenuz (“arañuela”, “neguilla” o comino negro, cuyo nombre científico es Nigella sativa, difícil de encontrar en herboristerías). Se puede sustituir el ajenuz por pimienta, si se quiere, añadiendo un poco de orégano para acercarse más al sabor del ajenuz (a veces se emplea la variante Nigella damascena, que los acadios debían emplear en cantidades muy pequeñas, pero que debemos evitar porque es tóxica).
- Pistachos, dátiles u otros frutos secos (pasas…) o fruta seca (higos, manzanas…) de una variante de una tablilla que se encontró en Nippur.
- También se puede agregar miel.
Elaboración:
- Humedecer la mezcla de harina con el líquido elegido anteriormente.
- Amasar hasta alcanzar una masa consistente, añadiendo los piñones machacados, el comino, el cilantro, el ajo y el ajenuz.
- Añadir a la masa los aderezos elegidos (frutos secos y/o fruta seca). Aquí la libertad de cada uno a la hora de mezclar, dará como resultado posibilidades infinitas.
- Cocer en el horno a 180º hasta ver subir la masa.
Presentación en la mesa del mersu
En su estado final y comestible el plato se presentaba como un pan o bizcocho. Su consistencia y sabor nos recordará al Almorí de la receta de Al Tuyibí, unos 3.300 años posterior.
*En una nota a su traductor, el Sr. Bottéro confesó que no le desearía este tipo de comida ni a sus peores enemigos pero creemos que no se estaba refiriendo a esta receta en concreto, a tenor de los resultados obtenidos.
Pollice compresso:
FUENTES:
- The Yale Babylonian Collection
- BOTTÉRO, J. (1987). “The Culinary Tablets at Yale”. Journal of the American Oriental Society, 107(1):11–19. Universidad de Michigan
- BOTTÉRO, J. (2005). La Cocina más antigua del Mundo: la gastronomía en la Antigua Mesopotamia. Tusquets Editores
Este artículo fue actualizado el 15 marzo 2023 20:41
Ver comentarios (2)
La influencia de los pueblos mesopotámicos fue definitiva en el desarrollo de muchos de los avances que hoy ostenta la humanidad.
Fue un área muy activa desde muy temprano que sentó las bases para muchos de los avances y conocimientos que hoy disfrutamos. Algunos tan placenteros como los postres y dulces.
¡Muchas gracias por tu comentario Javier!